Otras veces me machaca con la realidad pura y dura. A veces pienso que ya he vivido mucho, y al rato me doy cuenta que, mierda, hay que volver a vivir porque faltan cosas, impuestas o autoimpuestas por la cultura, la sociedad y todo eso del contacto, pero faltan. No porque me disguste. Siempre y a todos como consecuencia del vivir nos toca bueno y malo... Es más que nada un reivindicación por aquello de "cuándo me va a llegar la paz viviendo". Hoy vi una niña con ganas de vomitar. Le dije que si quería hacerlo al lado de un árbol y me dijo que prefería enterrarlo debajo de una piedra. Eran sus ganas de vomitar debajo de una piedra... y no vomitó. Tal vez hubiera debido... las deudas mejor al día.
También consulté a mujeres mayores, envolviendo sus desengaños para despedirlos mientras trituraban hojas de un árbol caidas y sin caer, u hombres rompiendo palos rescatados de la hierba, sentados a ras del suelo. También les he visto afirmando ideales con una palo recogido de cualquier parte, dibujando, dibujándose esquemas sobre el suelo.
Y a veces veo algunos transportar su alma, su resumen de existencia, sus anehlos, defensas y desencuentros convertidos en fortalezas, el dolor que les hizo y también me hizo, más fuerte. Y veo la cultura del día a día, la calle que todos caminamos, el presente que vivimos y el futuro que perfilamos. Y no me duele ni me da más fuerza... bajo la cabeza, levanto mi camiseta mirando el ombligo y veo que de esto están hechas algunas partes de la vida.
PD: La foto corresponde a uno de los últimos cuadros que he pintado.