miércoles, 19 de marzo de 2008

Los padres de antes

Los padres de antes eran otra cosa. Eran tíos duros que ante cualquier pregunta te respondían con un "no" seco, que no quedaba más remedio que darse media vuelta cabizbajo y en ir pensando en otras alternativas antes que llevarle la contraria. "Papá, ¿puedo ir al cine?". Y la respuesta era: no. "¿Pero por qué no?", repreguntábamos como queriendo negociar, pero él decía: porque no y punto. Creo que es la respuesta que más veces he tenido durante mi niñez. "Porque no y punto". Y ahí se acababa todo. Y cuidadito con querer llevar la contraria porque sino te caía un castigo ejemplar por el solo hecho de discutir la decisión de un padre.
Ahora en cambio las cosas son distintas. Primero hay que consultarlo todo con las madres primero y como ellas casi siempre se ponen del lado de los hijos hay que ir a una reunión para negociar... por ejemplo, las vacaciones. Tres meses duran las negociaciones y al final la razón siempre la tienen los hijos. Antes el padre venía y decía nos vamos a la costa, y punto. Y a nadie en la familia se le ocurría decir "no papá, mejor vamos a la montaña". Se iba al mar y punto.
Otra cosa eran las siestas. Yo recuerdo que en mi casa cuando mi padre dormía la siesta no debía volar ni una mosca. De hecho las moscas se iban de casa a esa hora. Había que apagar la tele, descalzarse para no hacer ruido, hablar en voz baja, abrir y cerrar las puertas de la casa como si fuéramos ladrones. La hora de la siesta era sagrada. Hoy en cambio los padres nos echamos a dormir una siesta y a los veinte minutos ya están nuestros hijos saltando sobre la cama y gritando "¡papá, papá, enciéndeme la Play!". Yo llegaba a hace eso y la patada más pequeña me mandaba a la otra punta de la casa sin escalas. Y eso que mi padre era de los buenos.
Antes el padre negociaba con la madre todos los aspectos de la casa. Hoy la madre negocia con los hijos y después van y se lo dicen al padre ¿Qué nos ha pasado a los padres de hoy? ¿En qué momento se perdió eso del respeto a los padres? Y ni hablar de las relaciones de nuestros propios padres con nuestros abuelos o a su vez bisabuelos, que los trataban de usted. Yo me imagino a mi abuelo diciéndole a su padre, "papá comprame una pelota de fútbol". Calculo que de la hostia más pequeña caía en el centro del campo del Real Madrid, estuviera en la ciudad que estuviera.
Hoy en cambio tenemos que ceder a todo porque sino nuestros hijos crecen con complejos. Hay que comprarles de todo y acceder a todo lo que piden. Yo creo que nos estamos equivocando, hay que volver un poco a ese respeto que se tenía antes por el padre. Un sí o un no de un padre eran definitivos para cualquier cosa. Tengo amigos que dejaron los estudios porque el padre los mandó a trabajar para ayudar a la familia. Que en realidad era otra cosa porque el padre dejó de trabajar al poco tiempo y vivía de la mujer y el hijo. Pero bueno esa es otra historia.
Para mí a los hijos del mañana les costará todo un poco más ya que no vivieron eso de tener restricciones en la vida y cuando tengan que ganarse las cosas por sí mismos lo van a pasar canutas. Ya se nota en España, que lo "niños" se van de casa a los cuarenta años una vez que han encontrado alguien que les cocine y atienda... si mi bisabuelo levantara la cabeza....

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