
La mirada del entrevistador es punzante, es como si nos dijera "yo tengo trabajo y tú no". Cómo convencemos a un tío así. Por más que les cuentes lo que quieras siempre hay un por qué, o un impedimento de por medio con el cual nos quieren descartar del puesto. "No creo que sea su perfil porque nosotros tenemos muchas relaciones con proveedores eslovacos ¿habla usted eslovaco?". En estos días pareciera que el inglés no bastara, hay que tener un tercer idioma y cuanto más extraño sea mejor, algo así como swahili, aunque los kenianos no tengan una gran capacidad comercial, pero seguro que en una entrevista, aunque más no sea para joder te lo piden.
Otro tema son las lagunas en el curriculum. "Aquí no dice nada de que haya trabajado entre julio y septiembre de 2007" Y a la mente nos vienen las intereminables fiestas que nos pegamos y las noches de descontrol que tuvimos, pero al mismo tiempo gozamos de la capacidad de reacción suficiente y decimos: "hice una visita cultural por Alemania y Holanda donde me dediqué a recorrer catedrales y museos para incrementar mi cultura general". Y el tío nos mira como diciendo: con esa cara... hum... en Alemania fiestas de cerveza y en holanda de marihuana para arriba...
También está el tema de los conocimientos informáticos: "¿maneja usted el Washpro Antex Insert 5.0, porque para nosotros es fundamental en nuestro funcionamiento?". Ejem... "No pero aprendo rápido". Mal, muy mala respuesta. Hay que soltar algo más vago, parecido a: "manejo versiones anteriores, pero con una breve explicación de mis compañeros en algunas funciones me actualizo rápidamente". Por más que no tengamos ni la más remota idea de dónde nos vamos a meter, ni si realmente ese programa es manejable por personas normales. Lo importante es conseguir el puesto de trabajo.
Y por último explicar el curriculum. A mi me ha pasado que comienzo a hablar y no sé bien por dónde voy a terminar y por ejemplo digo: "En el año 2002 tome el cargo de responsable de relaciones institucionales de la Fundación Maradona, que por cierto y ya que estamos ¿le gusta el fútbol? Yo jugue de delantero centro durante..." Y el tío dice "no me gusta ni me interesa", con una mirada más bien que pareciera que realmente lo odia. Y ya perdimos nuestra oportunidad, porque no quieren que nadie distraiga del trabajo. Y todo por romper un poco el hielo y querer ser más simpáticos. Si quisieran gente simpática la entrevista sería para un programa de humor o de azafata. El tema es que por más que vayamos a veinte entrevistas de trabajo, pareciera que siempre hay un pero de por medio que nos impide conseguir el bendito puesto. Pero a no desesperar amigos y amigas, que los ricos quieren más dinero siempre y alguien tiene que trabajar por ellos.
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