
Para ambos casos tengo una anécdota. Resulta que viviendo en Buenos Aires hacíamos todos los martes una reunión de chicos, pero con el tiempo se fueron integrando algunas amigas. Una de ellas, era para nosotros una más del grupo. Habíamos conectado realmente bien, pero había días que nos sentíamos un poco tímidos de hablar de algunos temas que si hubiera sido una reunión de chicos, no hubiera habido tales inconvenientes. Así que llegado un martes, me tocó llamarla por teléfono y decirle que esa noche era solo reunión de hombres según habíamos consensuado. Se puso realmente mal y creo que como a todos, le cayó fatal que la excluyéramos. Al final, la reunión se hizo sólo de chicos pero yo no disfruté mucho esa noche porque sabía que había alguien que no estaba bien.
Hasta ahí la anécdota. Pero también es cierto, que hay veces que los chicos al igual que las chicas necesitamos reuniones solo con gente de nuestro mismo sexo. Por qué, pues por algo tan básico y sencillo como lo es la estructura del cuerpo. Sólo una mujer puede entender a una mujer en ciertos momentos, y viceversa. Y cuando esto se transforma en reunión pues por un lado se desataran hormonas y por otro testosterona, y solo estructuras similares se comprenden a sí mismas. Lo que no quiere decir que no podamos compartir, compatibilizar, estar juntos y disfrutar, porque sería negar la vida.
Ahora bien, de qué hablámos los hombres en las reuniones de hombres, pues... yo... no me atrevo a decirlo... Está abierto el debate.
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