El cambio climático

Estuve hace poco con un geólogo que me estuvo explicando la formación de la bahía de Santander desde un punto de vista de miles de años y la verdad es que no deja de sorprenderme este organismo vivo que es la Tierra. Algunos medios de comunicación y agentes sociales desinformados nos han hecho creer que en nuestro planeta se está produciendo un calentamiento global. En realidad lo que está sucediendo es que la Tierra se está enfriando. El calentamiento también existe y es provocado por la acción humana, pero en realidad el ciclo terrestre en estos momentos se encamina hacia una era glacial nuevamente.

Lo peligroso aquí es que los humanos estamos trastocando los planes del planeta y lo que debería ser un lento camino hacia el frío, se está viendo entorpecido por la gran emisión de gases que provocan que ese ciclo no pueda cumplirse de manera normal. El ser humano en su afán de superación y de andar por la vida como los burros a los que se les tapa el costado de los ojos para que solo miren para adelante, está haciendo que por ejemplo las aguas estén subiendo de manera lenta pero peligrosa si se mira con perspectiva histórica. De hecho en la costa cántabra el agua está subiendo dos milímetros al año y los constructores ajenos a esta información siguen construyendo a pie de playa garantizando casas que perdurarán por los años de los años, cuando esto en realidad no va a poder ser.

En las imágenes que me mostraba mi amigo geólogo se podía ver la cantidad de espacio que ha ganado el ser humano al agua. En una imagen aérea me mostró la delimitación real de la costa de Santander y lo que se había ganado al mar. Él calculo que para el año 2050 sino se construyen altos muros de contención todo ese dinero invertido irá a parar a la basura como tantos otros proyectos en los que se pone guita y después por errores de cálculo hay que desestimar.

Y esto solo en Cantabria. Me quedé pensando en los miles de lugares del planeta en donde está sucediendo lo mismo y en la cantidad de ciudades costeras que están condenadas a desaparecer. Otro amigo, pero este periodista ya retirado, me contaba ayer que la Isla de Palma puede reducirse a la mitad de lo que es en la actualidad. Y lo que es más, según estudios desarrollados por una universidad estadounidense, el derrumbamiento que se va a producir en esa isla provocará una serie de tsunamis desde Nueva York hasta el Golfo de México con olas de hasta cuarenta metros.

Y mientras tanto la industria humana sigue produciendo como siempre. Todos acudimos a nuestros trabajos como si no fuera a pasar nada y lo peor es que todo esto lo veremos dentro de poco sino se toman medidas urgentes. Es una pena que la falta de compromiso de los líderes políticos aupados a sus puestos por empresarios no pongan un freno a la emisión de gases de efecto invernadero.

El ser humano también es cierto que está acostumbrado a catástrofes y más hoy en día donde a través de la televisión vemos inundaciones y terremotos en medio planeta. Pero me parece injusto que no haya nadie que tome decisiones en este sentido y peor aún que sigamos trayendo hijos a este mundo para que presencien una catástrofe.