caminos del destierro,
una sombra que se alarga
un espacio sin tiempo.
Supo de llantos y risas
de amigos y desengaños,
de sueños despiadados
de anhelos calcinados.
Los pasos del que huye
sin saber que de uno mismo,
hacen mella en el presente
y degradan hasta el olvido.
Quiso ser fuente segura
de manantiales de recuerdos,
de andanzas, aventuras,
de verbos en movimiento.
Pero el que marcha sin destino,
al igual que el que promete,
el camino lo devora
sin tener certeza alguna.
Mas nunca volvió a su casa
porque el orgullo se lo ha impedido,
quiso ser héroe perdido
y escribir que no era humano.
Dejo de aventurar hazañas
que nunca había cometido,
y de redactar cartas
porque sintió que había perdido.
Y así pasaron sus días
hasta entrar en la vejez,
contando a quien se acercara
historias que nunca pudo vivir.
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