De esta relación, al mismo tiempo, nace algo tan singular como poder comprender lo que los demás han vivido, como lo han racionalizado o sentido, y que solución, idea o moraleja han extraído, para que a su vez nosotros la tengamos en cuenta cuando estemos ante una situación similar. O sencillamente, pensar sobre un hecho determinado de una forma diferente a la que lo hacemos habitualmente.
Esto me hace concluir, tal vez de manera precipitada, que la cultura es positiva de por sí. Dejamos a las generaciones que vienen detrás nuestras experiencias para que ellos y ellas adquieran estas ideas, tomen lo mejor de cada una, y a su vez dejen sus impresiones a las venideras. Solo así avanzamos y mejoramos como civilización, a través de compartir, y de la concepción que cada uno de nosotros tenemos de nuestro entorno.
Ahora bien, llegados a este punto, qué es la cultura hoy en día con la proliferación de tantas herramientas de divulgación. Cómo se engloba esta nueva cultura, quién la dirige, o mejor dicho a dónde queremos llegar con todo esto. Algunos apuntan a que nos encontramos en un periodo de transición, otros piensan que llegará alguien que cambiará el mundo y redirigirá lo que actualmente hemos construido y otros que vivimos un punto de inflexión en la historia, como tantos otros que han pasado, pero que el tiempo de por sí todo lo acomodará. Tal vez todos tengan y tengamos un poco de razón, pero a mí me interesa añadir otro elemento en este dilema en el que nos encontramos. Y es que tal vez este nuevo orden, es un orden continuista que se erige por sí mismo en la historia y que debemos concebir este modelo como una pauta para el futuro.
Sin hablar del crecimiento demográfico, aunque teniendo a éste en cuenta, nunca en la historia de la humanidad se han abierto tantos frentes culturales y de tan variado estilo. Ni creado además tantas formas de creatividad y expresión. Este nuevo orden ya no se gestiona. Nos tenemos que acostumbrar a que ya está allí de por sí y que es una nueva forma, y muy positiva desde muchos aspectos, de compartir la visión de los demás y de alguna manera expresar la nuestra. Por más que exista sobreabundancia, y por más que no logremos leer todos los libros que se publican al año, o todos los cuadros que se pintan, o todos los blogs que se escriben, gozamos en estos momentos de unas fuentes inagotables de expresiones culturales que nos permiten, como a los primeros seres humanos, expresar nuestras vivencias, compartir las de los demás y mejorar la civilización que día a día evolucionamos entre todos. Y debe ser así, porque si tenemos un objetivo claro y por más que estemos ciegos, la voluntad de ser mejores nos mostrará la vida tal cual es y siempre estaremos parados delante de la mejor opción cultural para nosotros en ese momento, que nos invitará a reflexionar y de alguna manera moldeará nuestro camino y dará un poco más de sentido a nuestra existencia.
PD: el cuadro de la foto lo pinté allá por el 2000. Siempre pensé que debía regalárselo a alguien, pero cuando me decido y digo a tal persona, pues... no termino de regalarlo.
4 comentarios:
la cultura demuestra que el hombre quiere progresar, pero no por eso es más bueno Matt
una cosa es la cultura y otra el legado cultural, me parece que te confundes
El cuadro si quieres me lo regalas a mí
Te lo regalaría, pero me apareces como anónimo y no sé quién eres. Matt
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