La suave situación de una caricia,
el encanto de tu pícara sonrisa
y la tristeza de no tenerte.
Pasos sobre una madrugada
fría de otoño,
de vientos y hojas que renacen.
Por un instante... no nos besamos,
solo, apoyo mis labios
sobre los tuyos.
Mis manos no encuentran su sitio
y las palabras para calmarte
me abandonan una tras otra.
Fuego, amor, caricias,
corazones rotos, perdón,
te cierras y me odias.
Sufrieron mis anhelos,
callaron mis derrotas,
la esperanza me mintió.
Todo como siempre,
nada como entonces,
quise volver a quererte...
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