La vida como sueño

Estoy releyendo algunos estudios realizados por filósofos, los grandes de todos los tiempos, y desde siempre me ha llamado la atención aquellos que afirmaron en algún momento de sus vidas que la vida tal cual la vemos no es más que un espejismo de la realidad, o mejor expresado, que todas nuestras ideas tienen una causa fuera de nuestra propia conciencia, pero esta causa no es de naturaleza material, sino espiritual. Como es el caso de Berkeley, que decía que su propia alma puede ser la causa de sus propias ideas, como cuando soñamos. Que lo que vemos y sentimos y palpamos parece real, pero que en realidad al despertar forma parte de un sueño en la memoria. Afirmaba además que todo se debe al espíritu que causa todo en todo y gracias al cual todas las cosas subsisten. Es decir gracias a Dios, vemos lo que vemos y lo entendemos como tal.

Pero no es mi intención realizar un análisis filosófico sobre el tema, mas sí me interesa el hecho de concebir la vida como si fuera un sueño, o como si en realidad, nosotros no participáramos en ella tal como creemos, sino que en realidad somos una causa al mismo tiempo que consecuencia, de un ser superior. Y más increíble aún es que esta gente planteando este tipo de problemas filosóficos irreprochables racionalmente, hayan ideado no solamente un método para demostrarlo y para pensar, sino además que pusieran en jaque en un momento determinado a la mismísima Historia.

Pero a lo que vamos, la vida como sueño. Puede ser, por qué no. Si doy un puñetazo contra la pared en un sueño, siento como me duele la mano, incluso puedo llegar a despertarme. Y si se lo doy cuando estoy despierto también me duele la mano, y también incluso puedo irme a dormir para olvidarme del dolor y sigo estando en la realidad. Al menos me parece curiosa e intrigante esta forma de pensar la vida. Tal vez la muerte nos despierte de esta realidad y nos muestre la verdadera, quién sabe.

Para completar esta idea, he recurrido a otro clásico, Pedro Calderón de la Barca y su escrito más famoso.

"La vida es un sueño"





Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe,
y en cenizas le convierte
la muerte, ¡desdicha fuerte!
¿Que hay quien intente reinar,
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte?



Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.



Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.