Y a tí te quise dejar
este escrito sin pensar,
hijo de los caminos del viento
nieto de los rumbos de antaño.
Cada paso es un mundo
y cada instante una nueva vida
ya no hay ciencia ni misterios,
solo; fe ciega.
Dan ganas de estar viviendo
aunque la pena confunda,
quizás solo somos excusas
quizás... para comprendernos.
Los invites son aciagos
y las acciones herramientas.
Tal vez el tiempo une puntos
así como la realidad para el que la contempla.
Eres el que es,
y somos lo que somos.
Quedan puntos por unir
para acercarnos en el todo.
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