¿Por qué morimos, por qué vivimos?

Antes de tratar este tema quiero aclarar que aunque el título resulte chocante, intento reflexionar sobre algo tan complejo y sencillo al mismo tiempo como lo son las causas que tenemos en la vida. De ahí mi pregunta. Por qué morimos en esta vida, qué causas defendemos que nos hacen nobles y dignos de estar primero en la tierra, y segundo, y para aquellos que creemos en el más allá, ser dignos de entrar en ese otro estado de vida. De momento, y con vuestro permiso, este tema me he permitido atacarlo desde tres puntos de vista racionales.

1 - Si no existe un más allá, por lo menos dejar una imagen de nuestro paso por la existencia de buena gente a aquellos que hemos tenido la oportunidad de conocer.

2 - En el caso de existir un más allá, pero va nuestro espíritu, eso que parece intangible a nosotros porque no lo vemos, he decidido que si es algo que no veo, pero existe, que cuando vaya a donde tiene que ir, sea lo más digno que pueda mandar en mi representación. Aunque mi conciencia actual ya no esté allí.

3 - Que si mi actual conciencia, ligada a un yo anterior, se traslada a ese otro estado de vida, haber tenido una vida digna y honrada para acceder a esa otra forma de existencia.

Por lo que extraigo que desde los tres puntos de vista solo me queda un solo camino: ser buena gente y digno de todo lo que reciba y pueda dar en la vida. Pero para esto, y de ahí mi anterior pregunta sobre las causas que defendemos, considero que en la vida tenemos que tener algo que defender. Y aunque sea muy importante; no hablo de defender una familia, los amigos y la gente que nos cae bien, sino defender algo más importante con lo que todo lo anteriormente mencionado se defendería de por sí, y son los valores que portamos cada uno en nuestro interior. Eso que nos dijeron en casa que estaba bien desde pequeños, eso que nos hicieron reflexionar en el colegio, en el instituto y en la universidad para aquellos que hayan acudido. Sobre las cosas buenas de la vida. Sobre las charlas con los amigos y amigas, sobre lo que nuestra voz interior nos dice a cada instante, cuando le hacemos caso claro, acerca de lo que está bien o mal.

De todo este planteamiento, he llegado a una conclusión personal importante para el transcurso de mi existencia, que obviamente es imposible de explicar y poner sobre palabras, pero que sí tiene que ver con las causas que defendemos y que se plasman automáticamente sobre todo lo que nos rodea. Solo teniedo en claro que queremos ser, ligando todos esos pensamientos, defendiéndolos con el corazón y haciendo honor a nuestra causa interna, llegaremos a la paz, podremos transmitirla, y lo que es más importante, seguir nuestro camino en la existencia con dignidad.